Cosas Molonas de Jj: LOS AMANTES DEL CINE

¡Hola amigos!, esta semana os vengo a contar un suceso que tuvo lugar en Los Ángeles durante el verano de 1997. El protagonista de esta historia se llamaba Jonathan Norman, un hombre cuyo amor por el cine le llevó a un intento de hacer correr un rio de sangre a través Mulholland Drive, justo bajo las letras de Hollywood.

Aquel particularmente caluroso mes de julio, Jonathan condujo hasta Beverly Hills y saltó la muralla que separa Amalfi drive del jardín de Steven Spielberg.

Por fortuna (mas tarde veremos que en realidad todos perdimos mucho) Steven estaba en Irlanda rodando la segunda parte de Jurasic Park por lo que Jonathan no pudo cometer lo que se proponía. No hizo nada. Pero lo que podría haber hecho estoy seguro, hubiera cambiado la historia del cine para siempre.

Tanto es así que si haber tocado un pelo a Steven Spielberg, Jonathan fue condenado a 25 años de cárcel únicamente por las pruebas recogidas en la escena. El `kit´ para su cita con el director incluía: Un vhs oficial de E.T, una pegatina de Jurasic Park, dibujos de dinosaurios hechos por el mismo!, un consolador strapon, 3 collares de perro, clippers de “4 pares de pezones”, cloroformo, una pistola, y unos condones (además de atento considerado).

Jonathan cayó en el olvido como un psicópata sexual aficionado al cine; pero; ¿podría en realidad haber estado tratando de dar un empujón a la carrera del director de El Diablo sobre ruedas? El inventor del espíritu Amblin que iluminó la cultura occidental durante dos décadas a través de sagas como Indiana Jones y Tiburón (y Poltergeist, que en realidad todo el mundo sabe que la dirigió el) destruyó su propia carrera ahogándola con almibar a través de cintas cada vez mas insoportables encabezadas por la repugnante Amistad, la muy decepcionante Guerra de los Mundos o la intragable Caballo de batalla.

Y es que, si Charles Manson no hubiera ordenado a sus it-girls comerse el feto de Sharon Tate en 1969, ¿hubiera alcanzado Polanski (el viudo) la virulencia espiritual necesaria para rodar Lunas de Hiel en 1991? Deberiamos preguntarnos cuantas obras maestras nos hemos perdido por no permitir los tormentos que Jonathan le había preparado.

Y como no existe video decente sobre el tema, mientras reflexionamos sobre ello, os presento a Emmanuelle Seigner, musa de Roman Polanski en su etapa post-Manson que merece un reportaje para ella solita siendo una de las actrices con mas misterio del cine europeo. La escena pertenece precisamente a Lunas de Hiel; una película (también de mis favoritísimas, como todas de las que os hablo amigos) fruto de una creatividad atormentada y violenta, pero llena de amor y de sentido. Emmanuelle.

Feliz fin de semana!

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