
La agencia Leo Burnett creó el proyecto ‘Ne serait çe qu´une seconde‘ (Sólo por un segundo). Invitaron a 20 personas con cáncer a su estudio. Una vez allí les pidieron que confiaran en ellos, que cerraran los ojos y que se dejaran caracterizar para una foto.
Terminada la sesión de maquillaje les colocaban delante de un espejo y se les pedia que abriesen los ojos. Un fotógrafo (Vincent Dixon) se encontraba tras el, preparado para capturar y guardar para siempre ese momento mágico. El segundo en el que se olvidaban por completo de su enfermedad y sus ojos volvían a brillar, aunque fuera tan ‘ sólo por un segundo’..