No es fácil ser un hooligan
No es fácil ser un hooligan, pero el Gilipollicas de la semana se ha propuesto convertirse en el líder de los ultras del club de su pueblo. Primera lección, cómo encender una bengala y no quedarte sin pestañas.
Aunque lo de mirar dentro de la bengala/pistola/cañón parece muy de dibujos animados, nada más lejos de la realidad. Da hasta para un selfie malote:
39 comentarios